exploratorio latinoamericano de poéticas/políticas tecnológicas

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Gustavo Romano



Time Notes


IP Poetry


Preparando IP Poetry en la Bienal del Fin del Mundo
Gustavo Romano es un artista visual que realiza instalaciones, video, fotografía, net.art y performances, involucrando, en sus prácticas, dispositivos tecnológicos y elementos de la vida cotidiana, a veces desnaturalizando sus usos y las concepciones que tenemos acerca de ellos. Ha exhibido sus obras en diversos lugares (Argentina, Uruguay, México, España, Canadá, E.E. U.U., Alemania, Singapur, China), y con ellas ganó importantes premios y becas en los últimos años (beca de la Fundación Antorchas y de la Fundación Telefónica, Premio Konex de Platino, Beca Guggenheim, entre otros).

La intermedialidad y la interactividad son aspectos fundantes en su obra. IP Poetry, por ejemplo, es un proyecto en desarrollo desde 2006, que puede adscribirse a la poesía digital, donde convergen robots, textos, lectores/autores, video y motores de búsqueda de internet. La obra se presenta en diversos formatos (como instalación, como proyecto de net.art que permite la intervención remota de cibernautas, como registro textual de los poemas producidos aleatoriamente por las búsquedas online de los robots, como registro videográfico), y pone en cuestión un amplio abanico de conceptos y nociones de la teoría literaria y del arte, por un lado, pero también de la filosofía, la política y el mercado. En esta obra las nociones de propiedad y autoría en vinculación con la copia, el plagio, el copyrigth y el copyleft, entre otras cuestiones, adquieren gran relevancia.

Con Time Notes (proyecto en curso), Gustavo Romano ha puesto en funcionamiento un sistema monetario basado en unidades de tiempo. Sus billetes de minutos, horas y años, tienen un tipo de cambio que sólo se define en cada intercambio singular. Con estos billetes de tiempo, el artista intenta comprarles objetos personales a los transeúntes, les ofrece préstamos de tiempo o pone a su alcance tarjetas de crédito de tiempo u oficinas de reintegro del tiempo perdido, entre otras acciones. Las oficinas que utiliza para sus préstamos tienen sucursales en muchos países del mundo e incluso en la web: www.timenoteshouse.org. Esta performance, posterior a la crisis argentina del 2001, juega con la sentencia capitalista “el tiempo es dinero” y, en primera instancia, pone en escena aquello que de tan internalizado probablemente hemos dejado de ver: lo que intercambiamos cuando intercambiamos billetes no es algo abstracto, es tiempo de trabajo y de ocio (nuestro o ajeno).

Cyberzoo es el primer zoológico dedicado a la preservación de la vida artificial. Al modo de un zoológico tradicional, donde mediante un cartel explicativo podemos conocer datos del animal que vemos en acción tras las rejas de la jaula, este zoológico virtual presenta una descripción de las características de distintos virus informáticos, y nos permite experimentar en nuestra pantalla las alteraciones que esos virus provocaban cuando circulaban libremente antes de que los programas antivirus consiguieran neutralizarlos (y convertirlos así en especies amenazadas de la vida artificial). Se trata de una ecología de la información que reflexiona acerca de las tecnologías de comunicación y sus usos, a partir del traslado de la vida y los conflictos de la biósfera hacia la vida y los conflictos de la “infósfera” (nuevo escenario de la lucha por la supervivencia).
 
Desde un punto de vista, los virus informáticos ponen en escena el peligro que representa la red y nuestra incapacidad de penetrar en la cámara negra (ésa que nos obliga, como usuarios comunes, a acudir a servicios técnicos ante la falla que provoca el virus en nuestra computadora). Sin embargo, estos especímenes son animalitos de diseño, generalmente creados por un mercado que necesita que los sistemas fallen para poder facturar por sus arreglos o por programas antivirus que garanticen a sus usuarios estar protegidos en la infósfera. Desde otro punto de vista, existen “virus” cuya proliferación pone en escena la vulnerabilidad de los sistemas de control del mercado, y propician una especie de libertad y acceso a la información para aquellos usuarios que aún no han adoptado software libre (donde faunas como estas serían imposibles). Los “parches” o “keygen”, aplicaciones creadas para activar gratuitamente y de manera ilegal programas que en el mercado informático se venden a altísimos precios, también son detectados por los antivirus como “virus”, en un intento de las empresas de sofocar los embates de la piratería. En consecuencia, estos virus que afectan a las grandes empresas también son especies amenazadas. Sin embargo, los que Romano preserva en su Cyberzoo son los que afectan a los usuarios. ¿Qué sentidos genera esta práctica? El virus informático rompe con la reproducción de un sistema matemático de control. En esta ecología binaria, cabría preguntarse si es más peligroso el animal o la jaula.

Gustavo Romano es argentino pero actualmente vive y trabaja en Madrid. Además, dirige Fin del Mundo (sitio dedicado al net.art), Psichoeconomy! (plataforma artística de debate sobre temas globales) y es fundador y codirector del proyecto LimbØ (laboratorio de investigaciones interdisciplinarias).

[Informe realizado con la colaboración de Anahí Ré]

http://www.gustavoromano.com.ar